sábado, 25 de junio de 2011

A mis hijos. *

No leais mi libro
buscando en sus versos la rima.
No busqueis palabras hermosas,
ni bellas metáforas,
ni en mí a un poeta.
Caminad despacio
y entrelíneas;
solo entonces hallareis lo que encierra:
Lagos azules por donde mi barca navega;
susurros de amores perdidos,
gritos al cielo de auxilio
y un clamor de reproches y quejas.
Tambores que suenan lejanos,
otros que suenan muy cerca
y de los valles del alma,
un viento que llega cargado de aromas.
Solo encontraréis eso,
un pedazo de vida cualquiera.