AGNÓSTICO.

25 de febrero de 2015 11:47

Aunque me embarga la pena
porque presiento la noche,
si en mi cielo no hay estrellas
no haré ningún reproche.

Ni premio ni castigo espero
cuando termine el camino,
pero un descanso merezco
por tan largo recorrido.
.
Seguí siempre mis principios
y no fui bueno ni fui malo,
ni regalé los halagos,
ni hurté el aplauso merecido.

Fui valiente y fui cobarde
he ganado y he perdido;
sin alarde, soy consciente
de haber sido solo un hombre
que ha vivido y ha luchado.

Y ya cubierto de canas
no reniego de lo que he sido;
y al que me dio la palabra,
agradecido, le doy las gracias.

Gracias.

Estos versos que hoy escribo
son trocitos de mi alma
que os dejo como testigo.

Viví esos amores
que a la vida dan sentido;
y también los sinsabores
de las horas más amargas.

Tuve sueños muy hermosos
y aunque algunos no alcanzara,
por tenerlos fui dichoso
y por eso doy las gracias.

Contento de haber vivido
estos versos son un grito
de gratitud y esperanza;
una bandera al viento
que izo con mis palabras.

Pero las flores; tan bellas
y los ríos, y los mares
y también aquellos seres
que viven y que mueren,
tan felices,
sin mirar a las estrellas;
callan; todos callan.

Por eso también doy las gracias,
al que me dio la vida
y la voz para cantarla.

Los puentes. ( Agregar )

Los puentes. ( Agregar )

¡ Qué deprisa pasó la vida !

¡ Cuanto tiempo sin tenerlos
a mi lado !

Pero sin embargo, todavía,
si pienso en ellos,
veo en sus caras las sonrisas
y siento el calor de sus abrazos.

Si los llamo a mi poesía;
si los reclamo, ellos vienen
para hacerme compañía;

pero mi verso, con los años,
va perdiendo poco a poco
el hechizo que tenía
de hacer de las penas alegrías,
y amaneceres, de los ocasos;

y tengo miedo, mucho miedo,
de que algún día y para siempre
se rompan todos los puentes
y se suelten todos los lazos.