Mi poesía. ***

Como no soy buen poeta
y no domino el lenguaje,
tendré que usar con destreza
a todos los "Personajes"
que los versos aderezan:

Cadencia, métrica y rima.
Sin olvidar sinalefas,
paradojas, ironías....
Esas figuras retóricas
que acrecientan la belleza.

Y para cruzar fronteras
uso siempre el camuflaje
de metáforas sencillas;
o pongo alas a mis letras.

Vocales y consonantes
volando como saetas
forman rimas al instante
construyendo las cuartetas.

Mis fieles acompañantes.

Y con el alma desnuda,
es la musa la que canta
como una paloma blanca
y a las estrellas arrulla.








.

Salud.

Tendido sobre el suelo y sin hablar, mis cigarrillos me olvidaron.
Quisiera ser golondrina y emprender veloz el vuelo para escapar
de mi mismo y posarme en la otra orilla; pero esta tarde mi barca
va perdida zozobrando a la deriva y solo tengo ganas de llorar.

Mis amigos.Libro.

Tendríamos diez o doce años y nos
creíamos mayores, pero reíamos
por todo y llorábamos por nada.
Guardé como un tesoro los años que pa-
samos juntos; pero hoy no es día para
estar tristes; si me prestas una estrella
yo construiré un cielo entero y volverán
las primaveras y volverán a ponerse
blancos los cerezos.

Otros poemas.

Por las calles
solitarias,
en esta ciudad
que extraño;
busco
las ilusiones
que perdí
al pasar los años.

Ya no te veo en los rellanos,
ni te veo por las calles
subiendo y bajando cuestas;
y cantando las mismas cosas.

Ahora volarás muy alto,
por otras calles,
por otros barrios lejanos.

El latido de sus plumas lo percibo
entre mis dedos como siento en los
oídos el latido de mis venas.

¿Alguien sabe dónde está
aquel bello ruiseñor
que cantaba en mi jardín?

Esperaré en mis sueños
su serenata de amor
para abrir de par en par los balcones.

¿ Por qué hago poemas ?

Hace algunos años, quizá por la proximidad de la vejez y todo lo que eso entraña, se produjo
en mí un sentimiento nuevo; fue como la necesidad de aferrarme a la vida; pero la vida iba pasan-
do tan deprisa que no podía hacer nada para atraparla y detenerla. Cuando era
joven muchas veces me decía; " Yo seré eterno ", siempre en broma, porque veía la muerte tan lejana
que aquellas palabras las percibía como una realidad; ahora, con setenta y nueve años me doy cuenta
de la ilusión de mi percepción, ahora veo la realidad con los ojos cansados, pero con la mirada más nítida. Como no puedo detener el tiempo, he optado por rebobinarlo y en mi fantasía pasarlo una y otra vez a través de mis poemas, llenos de nostalgias. En ellos os hablo de mi mundo cercano, de mis recuerdos, de mis pensamientos, de mis anhelos, en fin, de un poco de mi vida y a veces tal vez de la vuestra. Se que en el fondo hay un afán de perduración, un deseo de trascendencia, aunque solo sea en este entorno tan pequeño, como el de mi mujer, mis hijos y vosotros.
Os dejo estos versos con todo mi cariño, espero que los disfrutéis y que muchas cosas que en ellos expreso las hagais vuestras.

Carlos me hace un poema.

Al Poeta del Cielo

Mientras Los Florianos duermen
la voz de Lino despierta
y se lanza hacia un poema
que antes de existir ya sueña.

Experto en domar estrellas
en nuestras órbitas entra;
dejando lágrimas bellas,
con nuestras almas conversa.

Allí do nunca se borren
caminos al infinito,
traza el Poeta horizontes
con palabras que respiro.

Y entrega radiante noche
luna que compone Lino...
¡coinciden los corazones
en su disco de latidos!

Ruiseñores en mi vida.

Ahora que mis ojos
ya no brillan
de tanto mirar
y de llorar tanto.

Ahora que nieva
en mi vida
y se ha secado
mi árbol ,

han anidado
en sus ramas
un bando
de ruiseñores

que alborotan tanto
con sus cantos
y sus trinos
que en algún lugar
de mi alma
se ha despertado
un niño.

Tengo una cita

En el hogar de mi casa,
los huesos del viejo roble
donde grabé nuestros nombres,
con mis lágrimas chisporretean.
Desde un balcón de mi alma,
he visto esta noche a la luna
de amores con un lucero
y al sol , celoso,
adelantar su salida.
Ya no habrá más primaveras,
ni palabras de amor,
ni sueños, ni risas,
ni nada,
ni besos,
ni flores de bellos colores
que anuncien con sus bostezos
que ha llegado un nuevo día.
Adiós. Hasta siempre.
Me iré con las nubes
por los caminos del viento.
Tengo una cita.