viernes, 17 de agosto de 2018

Adios al amor primero.

Ya en los nidos
se agitaban los polluelos
y en los jardines del alma
perdían su fragancia nuestras flores.
Los niños inventaban nuevos juegos
y las niñas se querían hacer mayores.
Era el tiempo de dar el primer vuelo
y buscar en otros sitios los colores.
Ella se fue para siempre
dando un portazo a sus sueños;
y el despertó de repente
con las sienes teñidas de blanco
la mirada triste y ausente
y una sonrisa en los labios.