miércoles, 16 de febrero de 2011

SIEMPRE ESTARÁS CON NOSOTROS, PEPE. ( SIN).

En el porche de mi casa,
desde que tú te fuiste
esperan dos copas llenas.
Una llena de tu ausencia,
la otra... De nuestras penas.
¡¿ Que has muerto, Pepe ¡? ¡ Es mentira.
No mueren las personas buenas !
Te fuiste con la noche
buscando no sé que estrella
y no te importó la lluvia
ni te asustó la tormenta.
Tu pecho es un baluarte
que la vida forjó de acero
y tus manos son dos palomas
que jugarán con las nubes
y le arrancarán con sus vuelos
las sonrisas más traviesas,
como arrancaban a tus nietos
picoteando en la mesa.
Pepe, no olvides que te espero
que esperamos todos tu vuelta
para apurar esas copas
y descorchar la botella
que los que te queremos tanto,
para que ya no te vayas
hemos llenado de estrellas.