Maestro. **

En esta noche del estío

he retomado Basilio
la lectura de tu libro
 
y cegado por sus destellos
solo veo el azul inmenso
y tus versos increibles
brillando como luceros.
 
Necesito un lazarillo.
 
Dime amigo:
¿ Quieres ser el cirineo
de mis sueños imposibles ?
 
Tú que guardas el secreto
de las cristalizaciones;

separa en mí los anhelos

de los cantos de sirena

que me alejan del Olimpo.

Si me dejas una estrella,
yo construiré un cielo entero;

y volverán las primaveras

y volverán a ponerse blancos

los cerezos.

Carlos Negrón me hace un poema

  L irios, rosas y azucenas entregas con tu palabra,
  I ndicios de tu alma blanca: eres jardín del poema;
  N acimiento con que abrevas al mundo que tú levantas.
¡ O jalá el agua supiera que cuando canta nos llena!

Sigo leyendo el perfume que brota de tí, Poeta;
porque al cielo nos acercas desde tus venas azules
y como lo puro, fluyes... ¡hasta que el alma conversa!

M. y J

Montaña y Javier

¡ Cuánto años han pasado !
Treinta y cinco primaveras y treinta y tantos veranos.
¡ Y parece que fue ayer !

Si hubieras sido pintor, Javier,
estoy seguro
que habrías cogido el pincel para dar vida a la flor;
pero fuiste el jardinero que con mágicas tijeras
y con cuchilla de acero
le cortaba las espinas para mitigar su dolor.

¡ Y parace que fue ayer ! Montaña
cuando en " La Consolación "
te pusiste a su lado
para ser su compañera, su mujer
y su ayudante más fiel.

¡ Cuántas tardes y cuántas noches
en esos " Quirófanos de Dios hemos pasado !

¡ Y parece que fue ayer !

Deseo de corazón que la noria de la vida,
como al campo las espigas,
os devuelva a manos llenas todo el amor del mundo,
por ser como sois; los dos.

A Carlos Negrón. **

Cuando me leas, Carlos,
no busques en mis poemas
esas metáforas audaces
que dieron gloria a los poetas.

Como aprendiz que me siento,
solo pretendo,amigo,
que tintineen las letras
cuando deshojo mi alma
en cada estrofa que escribo.

Como pétalos al viento
hoy te mando hasta Isabela
un puñado de mis versos.

Si quieres caminar conmigo
pliega tus alas Carlos;
que antes de levantar el vuelo
como palomas torcaces
beberemos del mismo río.