Ni subido a una escalera
conseguiría besarte,
por eso cogí de mi boca
el beso más grande
para lanzártelo.
Venías como una reina
entre vítores y aplausos,
balanceándote.
¡ Estabas tan guapa...!
De pronto callaron todos;
se produjo un silencio impresionante
y una canción, como un lamento,
cayó sobre ti y sobre la noche.
Entonces ocurrió el milagro :
Dos lágrimas como dos soles
rodaron por tu cara
a la luz de los faroles.
Nos miramos un instante
y dejó de correr el tiempo.
Ella me ofreció su mejilla,
roja y de caramelo;
y yo mi cuaderno de sueños.
Entonces se paró la Tierra
al contemplar mi embeleso;
y todo lo bello del mundo
tuvo celos de lo nuestro.
Quise decirle " te quiero "
pero ahogaron las palabras
los tambores de mi pecho
y se alejó de mi vida
por esos caminos tan negros.
Yo la seguí día a día,
año a año, verso a verso
y así nos hicimos viejos.
Hoy somos dos extraños
que caminan de la mano
en el recuerdo.
El, lleno de ardor y desprecio pensaba en el final.
Sin juicio, sin defensa, había sido condenado a muerte.
Tal vez tuvo el presentimiento de que el final sería macabro y sangriento
porque le dio fuerzas para soportar la terrible y grotesca pantomima.
Después de las burlas, el sufrimiento, y la inmensa fatiga,
llegó el momento supremo:
El verdugo y él frente a frente. Silencio.
Un rayo de muerte atravesó su cuerpo
y en su agonía, levantó bruscamente su testuz de acero.
Corrió la sangre, se tiñó el albero
y los claveles en las solapas languidecieron.
Cuando me dices "Alelo",
se desperezan las flores,
se ponen en huelga mis penas
y la luna coquetea
en el cielo con la noche.
Cuando me dices "Alelo",
enciendes luces en mi alma
y mis sueños en blanco y negro
tú los vuelves de colores.
Cuando me dices "Alelo",
con esa " lengua de trapo "
o cuando me das un abrazo,
es cuando más te quiero
y se me acaban los besos.
Cuando me dices "Alelo útima",
entonces me desconciertas
y te miro muy serioaguantando una sonrisa.
Yo sé que en tu vocabulario,
"útima" significa
que quieres seguir jugando
y otra vez "me engañas"
y otra vez te engaño
y te saco otro beso,
mientras jugamos.
¡ Cielos, cómo brilla hoy el valle !
¡ Cuántas lágrimas derramadas
y cuántas luces encendidas
por el sol de la mañana !
¿ Lo ves, hija ?
Si madre, lo veo.
¿ Ves cómo del dolor surge la vida ?
Si madre, lo veo todo
cuando tu me hablas.
Y cuando me das un beso,
te veo a ti y veo con tu mirada
aunque no me digas nada.
Pero cuando a solas busco el cielo,
mis estrellas parpadean.
Entonces, madre,
vuelvo a perderme en la noche
si tú no vienes a darme un beso
o me acaricias con tus palabras.
Los niños jugaban a atrapar la luz
y él,clavado en su silla de ruedas
los observaba.
Como brota el agua de las fuentes
así brotaban sus lágrimas.
Cerró los ojos con rabia
y cruzó corriendo la calle.
Un rayo de sol entró por la ventana
y un arco iris se formó en su cara.
Y como quien todo lo sabe
con una sonrisa musitó estas palabras:
" ¡Qué tontos,
si no los cierran no podrán atraparla."
