sábado, 31 de octubre de 2020

LA PARADA.

 Era de noche aquel día
cuando tendido en el lecho
mi corazón en el pecho
sin cita previa tenía
la visita inoportuna
de aquella dama siniestra.
Sin mediar palabra alguna,
tan solo por cortesía,
se paró mi corazón;
sabía lo que quería:
Las sonrisas de mis labios,
de mis manos,sus caricias,
mi presente,mi futuro, mi pasado;
todo, todo lo que tenía;
y todo a cambio de nada.
Pero saltaron alarmas
y batas verdes y blancas
acudieron en mi ayuda
y derrochando empatía
con pericia y con premura
la sacaron de mi vida.






jueves, 22 de octubre de 2020

Mujer de mis horas bellas.......

 

Mujer de mis horas bellas;
mujer de noches amargas,
ahora que nieva en mi vida
y las hojas de mi árbol se han secado
vienes a mi recuerdo
como un sol, a mi cielo enmarañado.
Cuando oigas silbar al viento
en los inviernos del alma
y sientas que tu vida
se está cubriendo de escarcha
y tus ojos ya no brillen
porque no tengas mañanas;
no te aflijas.
Volverás a mis poemas
y yo te daré con mis versos
todo el néctar que libaron
de tus flores mis abejas.
Yo soy aquel niño amante
aquel niño poeta
que tu amor idolatraba.
El que pasó de puntillas
por tu vida
cuando de niña soñabas
y te besaba a escondidas,
para que no despertaras
El que en sus sueños de niño,
para estar contigo a solas
era musgo si tu eras roca;
o era mar y playa y ola,
si tú eras blanca gaviota.
Ese niño que lo hubiera sido todo
para estar contigo a solas.
¡ Si supieras lo que hubiera dado
por asomarme en tus ojos
y verme con tu mirada..... !
Pero ahora, mujer, ya no es hora.
Si cogiste de mis versos
todo el néctar que atesoran;
¡ Agita fuerte las alas
y escapa de mi cuartilla !
Que aquel niño poeta, 
te hizo una casa en el cielo
y dejó las puertas abiertas.

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jueves, 8 de octubre de 2020

 

Tendido sobre la cama...///

Tendido sobre la cama
anoche en mi desvarío,
he visto como mi alma
dejándome malherido
se alejaba en la barcaza
de Caronte por el río.

Arribó en mi fantasía
en un mundo sombrío
y al escuchar mis gemidos
acudieron los fantasmas
de aquellos sueños de niño.

¡ Tanta sed, tanto dolor !

No había nada 
que aliviara mi suplicio;
ni el cielo que buscaba
ni el infierno tan temido.

Y otra vez aquella voz
susurrándome al oído
amorosa me decía :
" Venga Lino "despierta
que están aquí todos tus hijos.