jueves, 21 de enero de 2016

A Lin de Za. ......

Querido Lin; tu pluma es agil
y vuelas alto.
Yo apenas llego al atril
donde tu inicias el salto.
Pero "sabe", Lin, que desde aquí,
aunque se canse mi brazo,
tenso mi arco y te envío
estos versos como dardos,
para que lleguen a ti
como poeta, mi aplauso;
y como amigo
el más fuerte de los abrazos.


















lunes, 18 de enero de 2016

Lino Floriano Corbacho 17 de enero de 2016 22:04
Añoranza......

¡ Cuántas veces la nostalgia
fue la escusa y sinrazón
de este viejo trovador
para hacer una poesía. !

¡ Cuántas veces escribía
bellas canciones de amor
con la intención de la lluvia
y de los rayos del sol !

Dar vida a aquel jardín
que en mi pecho florecía
cuando éramos tu y yo.

Es por eso y no te extrañes
si después de tantos años
llegan hasta tu oído
los acordes de una lira
y tu cielo es más azul.

Fue una noche como esta
una noche del estío,
que buscando una poesía
ví posada una luciérnaga
sobre un rayo de luna
y te rescaté del olvido.

martes, 12 de enero de 2016

Desagravio. **

No me pidas que te diga
que eres humo enamorado;
o flor de acuarela
en mi nostalgia prendida,
o sirena que llega hasta mi orilla
y después se aleja en la bruma
de mis sueños de poeta.

No me pidas esas cosas,
porque tu eres fuego,
mujer y eres rosa;
que me enciende, me enamora
y me llena de perfumes.

Pero cuando sueñas y suspiras;
cuando quieres volar pero no puedes
y te hundes en la tierra que laboras;
cuando quieres reir, y no sabes
por qué una lágrima te asoma;

aunque yo no te lo diga;
eres la mariposa más linda
que aletea en mis cristales.

Y como padre a mi madre le decía,
si te digo, que como a una diosa,
te he subido a mis altares.

sábado, 9 de enero de 2016

A paso lento. ( Agregar o sustituir ).....

Caminando con mis versos
y un hatillo de recuerdos,
hoy quiero desandar lo vivido
y a grandes zancadas
salirme al encuentro.

La infancia fue para mi,
una calle empedrada
y una casa pequeña pintada de blanco,
a la sombra de un árbol de acacia.

Un niño rubio sentado en el suelo
contemplando extasiado
la magia y lo inmenso
de las pequeñas cosas:

¡ Un desfile de hormigas vestidas de hadas
cruzando la acera;
y un gorrión hambriento
piando en la rama más alta !

Pan con aceite y azúcar
al volver de la escuela;
mi madre, mi padre y mi hermano del alma;

mi amigo, mi espada de madera
y mi balón de trapo.
Eso y poco más era mi vida.

Pero una tarde cualquiera,
como salida de un cuento,
de puntillas llegó mi adolescencia,
con un cortejo de sueños.

Una niña bonita,
el primer amor
y la primera pena.

Un sí pero no,
un quizá,
un tal vez algún día.

¡ Qué deprisa pasaron aquellos años tan bellos !

Sin darme cuenta  y siendo un niño todavía,
como un barquito de papel
arribó la juventud a mi puerto
llena de ilusiones y de proyectos;
y allí me embarqué con todo lo que tenía.

¡Cuántas veces solté las amarras de mi fantasía,
icé sus alas al viento
y navegué por mares de nenúfares y corales,
buscando en el canto de las ninfas las respuestas!

¡ Cuántas veces mi barquito de papel
se me fue a la deriva !

Otras veces, arrié las velas
y en los bosques del pensamiento
fui reo de mis ideas
y presa del desaliento;

porque nunca mis preguntas
recibieron las respuestas.

Pero mis recuerdos más queridos,
mis anhelos,
los sentimientos más nobles,
para llevarlos conmigo,
con un hilito de tinta
los fui anudando en mis versos.

Y así  he llegado hasta aquí, con mi hatillo de recuerdos
y un baul lleno de dudas,
para comenzar la vejez y andar lo que me quede de vida,
a paso lento.