viernes, 23 de septiembre de 2011

La hipoteca. **//

Esta cicatriz en el costado
y este " tic  tac " en el pecho
que me marca cada paso,
a mi vida le han puesto precio
y tuve que hipotecarla.

¡ Es tan hermoso vivir !

Cada mañana al levantarme
tendré una molestia vana:
Un dolor en la cadera,
un malestar en la espalda...

O una tristeza muy honda
que mojará mi almohada
y que secaré en silencio
para que no se hostigue el alma.

Oiré gritos en la noche
de demonios y fantasmas:
¡ Paga, paga tu deuda !

Y así, también, cada mañana,
la luna se irá con los luceros
cuando despierte el alba,
o se esconderá en los versos
de enamorados poetas;

y el sol, celoso,
la buscará hasta el anochecer;
y al llegar el nuevo día
todo comenzará de nuevo:

El dolor en la cadera,
el malestar en la espalda...
¡ " Letras ", " letras "... !
Y ese  " tic tac " en el pecho
que acompasa mi esperanza.

Con estas cosas que me pasan
iré amortizando, sin demora,
día a día y cuota a cuota
esta vida que tengo prestada.