lunes, 7 de junio de 2010

TRAEME UN CABALLO BLANCO.

Para estar contigo, padre,
he cerrado los ojos
y he corrido hasta tus brazos
y he volado,
y he sido otra vez muy alto
en tus hombros encaramado.

Y tú, para no verme llorar,
has vuelto a preguntarme
como entonces
¿ Te acuerdas ?
¿ Como lo quieres, negro o blanco ?

Y mi voz ilusionada
ha resonado en la tarde
como un eco
mientras te alejabas.
¡ Blancoooo .....
Tráeme un caballo blanco !

Y todo ha sido como antes.
Por eso, padre,
para que estemos juntos
y podamos hablar de nuestras cosas,
no es necesario que vengas,
haz como hago yo,
cierra los ojos
y sueña, padre, sueña.

1 comentario:

  1. lino, me he emocionado. Se han limpiado mis ojos y mi corazón por poco se derrite, y mi hijo a mi lado...jo, papá como escribe tu hermano.¡ Que facil me resulta ahora leerte, sigue, sigue y no te canses. Un abrazo. Tu hermano, antonio

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