Cuando quiero alcanzar con las manos
esos sueños que volaron tan alto
desde el nido que les hice en mi pecho;
entonces, muero en mis versos.
Cuando busco el calor de un abrazo
y escuchar palabras de amor;
si solo encuentro frío y silencio;
entonces, muero en mis versos.
Pero si tú, poeta que vive en mi alma,
cansado de buscar un refugio,
sueñas que unos brazos te estrechan
y escuchas un dulce susurro.
Si encuentras tus sueños perdidos;
entonces dejo mi pluma, me levanto
y para no despertarte me alejo en silencio.
Si no me quiero; si no me quieren...
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