domingo, 11 de marzo de 2012

Un gorrión en mi casa. Comunión. ***-----

Aturdido de chocarse en los cristales
y agotado de tanta pirueta;
( Como yo, agotado de tanto caminar
y aturdido de chocarme con la vida )
el gorrión que entró en mi casa
se ha posado en la maceta
donde tengo mi geranio.

Yo le miro pensativo
mientras muerdo mi bolígrafo
en busca de algún poema
y él me mira muy asustado,
mientras sujeta en el pico
un trocito de madera.

Para hacerle una caricia
en su descuido le atrapo;
y el latido de sus plumas
lo percibo entre mis dedos
como siento en los oídos
el latido de mis venas.

Entonces abro la mano
¡ No quiero escuchar su queja !
Y lo devuevo a su vida.

El vuelve en sus piruetas
a chocarse en los cristales
y vuelve a posarse en mi maceta.

El gorrión que entró en mi casa
¡Ahora lo sé con certeza !
No voló desde el alero
por el frío ni por la lluvia;

se enamoró de mi geranio
y tiene alma de poeta.

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