Como una estrella fugaz
que vino desde el olvido, cruzaste por mi pensamiento
arrancándome un suspiro;
pero nunca lo sabrás. Tú quizá cuando estés sola y tengas ganas de soñar, pienses que en un ola llega mi barca a tu orilla; y no lo sabré jamás. Entonces estaremos en paz; tú volando por el cielo y yo bogando por el mar. |
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