Para llegar hasta el cielo,
he dejado los caminos
que siguieron los profetas,
para perseguir mis sueños
por senderos y veredas.
He borrado en la memoria
las doctrinas y los dogmas,
para colmar mis anhelos
con ilusiones nuevas.
Para llegar hasta el cielo,
aprenderé los idiomas
con el que hablan las flores
y el viento cuando susurra
al oído de las hojas.
Con el que cantan las fuentes
al despuntar la mañana
y el ruiseñor sus amores
a la luna enamorada.
Porque al cielo llegaremos
y es mi única certeza,
recorriendo los caminos
que tracemos en la tierra.
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