miércoles, 21 de agosto de 2013

PARA TI, ALBERTO.////

 A tí,
que no sabes lo que es el miedo
de enfrentarse con la nada
y vivir sin la esperanza
de que te salgan las alas
para llegar hasta el cielo.

Atí,
que construiste tu barca
con madera de una cruz;
y con espinas y clavos
has fabricado tus lanzas.

A tí,
querido amigo te digo
y pongo a tu dios por testigo
que también tuve una casa
con una ventana muy alta
y veía hermosos prados;

pero un viento uracanado
de un portazo cerró los postigos
y ahora me siento perdido
sin casa y desarraigado.

A tí,
también quiero decirte
que por pensar de otra manera
y por mirar desde otro lado,
tú esperas la recompensa
del Paraíso soñado;

y yo, que a tu lado camino
al morir tan solo espero
en la tierra un agujero
o en el camposanto un nicho.

Pero de corazón te deseo
que llegado el día postrero,
te pasees por tus prados;
y aves de mil colores
levanten el vuelo a tu paso.

Y seas tú o yo el equivocado,
quiero que sepas, amigo,
porque igualmente te aprecio;
que siempre tendrás mi mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario