Si al dormir, algún día,
llegan hasta tus sueños
de lontananza unos gemidos
y un tañir de campanillas
acarian tus oidos...
Si unas gotas de rocio
te salpican en la cara
y escuchas en tus jardines
de los cisnes sus gragnidos...
Si despiertas asustada
por que no estoy a tu lado
y tu corazón galopa
por el pecho desbocado...
No te aflijas;
piensa solo que camino
pensando en ti por la otra orilla
y que no te olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario