sábado, 8 de noviembre de 2014

EL ARBOL DE MI VIDA.

En mi pecho hay un abeto
con el tronco retorcido
y la corteza reseca;
que aún se mantiene erguido
anclado( enraizado) con fuerza a la tierra
y buscando en el cielo caminos.

Pero cuando las ilusiones,
como aves migratorias
dejan los nidos vacíos;

entonces se vencen sus ramas,
se mueren sus hojas
y como un gigante herido
abatido se desploma.

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