martes, 12 de enero de 2016

Desagravio. **

No me pidas que te diga
que eres humo enamorado;
o flor de acuarela
en mi nostalgia prendida,
o sirena que llega hasta mi orilla
y después se aleja en la bruma
de mis sueños de poeta.

No me pidas esas cosas,
porque tu eres fuego,
mujer y eres rosa;
que me enciende, me enamora
y me llena de perfumes.

Pero cuando sueñas y suspiras;
cuando quieres volar pero no puedes
y te hundes en la tierra que laboras;
cuando quieres reir, y no sabes
por qué una lágrima te asoma;

aunque yo no te lo diga;
eres la mariposa más linda
que aletea en mis cristales.

Y como padre a mi madre le decía,
si te digo, que como a una diosa,
te he subido a mis altares.

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