viernes, 26 de abril de 2013

Serenata de amor. **

No hay nada más amargo
que la pérdida de un hijo.

Tristeza en los jardines del alma.

¿ Alguien sabe dónde está
aquel bello ruiseñor
que cantaba en mi jardín ? 

Desde el día que marchó
no ha vuelto el mes de abril
y el alhelí sin sus trinos
ha perdido su color.

Ya no acuden las abejas
a libar sobre las flores;
ni bailan las mariposas
al ritmo de sus canciones.

Mi jardín está muy triste
desde el día que marchó.


Esperaré en mis sueños
su serenata de amor
para abrir de par en par
mis balcones;

porque el mirlo en los rincones
desafina su violín.












 









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