Arropado
con mi orgullo,
he bucado la verdad
que tanto ansío
por los senderos del mundo;
y como los pajarillos
que al presentir la tormenta
vuelan despavoridos
y no encuentran su refugio;
así me siento yo:
Perdido, sin rumbo.
¡ Quien pudiera
volver la vista atrás
y desandar los caminos
para buscarla
desnudo !
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