En la soledad del alma
una brisa de nostalgia
acaricia la memoria
y avienta las viejas hojas
de ese libro de mi historia;
y va pasando las páginas
y yo voy pasando por ellas,
subrayando en lo vivido
de mis horas las más bellas.
Pero las que están escritas
sobre renglones torcidos
y las que dejé vacías;
no se si podré borrarlas,
no se si volveré para escribirlas.
¡ Es tan obstinado el olvido
y tan efímera la vida !
No hay comentarios:
Publicar un comentario