Tu y yo nos diferenciamos
siendo de la misma estirpe,
como el ansar y el cisne
en el peso que arrastramos.
Y aunque yo puedo volar
sobre las cumbres más altas
persiguiendo mis anhelos
siempre encuentro cerradas
todas las puertas del cielo;
y en cada vuelo que doy
dejo perdido algún sueño.
Tu, hermano, sin embargo
a los tuyos pones alas
para hacer de la vida un canto
y de la ilusión, un credo;
un canto para la esperanza
y un credo para el consuelo.
¡ Si pudieras tu.... !
¡ Si yo pudiera.......!
Si pudiéramos los dos
superar los desencuentros
para izar la misma vela.....
Bogariamos juntos, vida adentro
este tiempo que nos queda.
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