miércoles, 13 de septiembre de 2017

VIVIRÉ. A MIS HIJOS.---

Para que no se enteren
de que me he marchado,

seré el sol que les calienta
cada día;
 

y estaré escondido
en sus sueños olvidados
y en sus miradas perdidas.
 

Estaré tan lejos....
 

Y cuando piensen en mí,
seré su sonrisa
o la sal de sus lágrimas.


Seré la mano que acaricia,
o el leve chasquido
que se escucha
cuando se rompe un beso.
 

Estaré tan cerca... 

Seré su arado
y seré su azada.
 

Seré silencio,
o seré palabra.
 

¡ Si yo pudiera !
 

Para que no se enteren
de que me he marchado,
lo sería todo;

o no sería nada.

 

  




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