Ahora que mis ojos
ya no brillan
de tanto mirar
y de llorar tanto.
Ahora que nieva
en mi vida
y se ha secado
mi árbol ,
han anidado
en sus ramas
un bando
de ruiseñores
que alborotan tanto
con sus cantos
y sus trinos
que en algún lugar
de mi alma
se ha despertado
un niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario