viernes, 18 de junio de 2021

La búsqueda. De Inmaculada Mangas.

 Mi niña, cuando te sueño

noto que vuelco mi alma

en tu sendero de plata,

bebo tu pisar sereno

recreo nubes rosadas

con bellones entreabiertos,

como si tus manos blancas

penaran un desencuentro.

Una enorme caracola

plena de cariño y fuego

me empuja para alcanzarte

por veredas sin regreso.

Espejitos en el aire

me reflejan tu silencio.

Mis manos flotan vacías,

se rebelan y me pierdo.

El ahogo de mi pena

estremece mi garganta,

mi voz muda no te clama

y el recuerdo de tu risa

hace palpitar mi alma

y mis sentidos se elevan

siguiendo tu fría escalada.

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