miércoles, 16 de junio de 2021

Polvo enajenado. De Lucía Vilches.

 

Compartido con: Público
POLVO ENAJENADO
Mi corazón los guarda y reinventa.
De aquel fuego que fue, queda el rescoldo.
Ya no están, pero vuelan con el polvo,
con el aire y la nieve en su esencia.
Partículas que el relámpago iluminan,
del rayo furioso en la tormenta.
Fuego fugaz que el oxígeno alimenta,
de la vela que ilumina mi escritorio.
Ser enterrado, hado que no alienta,
de lluvia y olvido ensangrentado.
No quiero cruzar al otro lado
del suplicio de este mar de ausencias.
No quiero encontrarme con la muerte,
donde el ser, es polvo enajenado.
Donde el placer ha sido ajusticiado
varado en un mar de penitencias,
envuelto por un amor frustrado.
La vida es corta, y solo es el pasado,
lo que queda en los anales de la historia.
Apenas nada queda en la memoria,
y todo es un andar equivocado.
¿Y, qué es la vida sino solo un tornado
de loca e iracunda trayectoria,
recorriendo un camino sentenciado?
Solo el amor queda en la memoria,
y las ausencias que nunca han regresado.
¿Y que es lo que esta vida me reporta
por deambular por su camino errado?
Nos ha tocado vivir en un planeta,
donde todos los triunfos son derrota,
Donde por decreto todo se pervierte,
Donde la sensatez es frágil y está rota.
Vivir sin ella, tampoco me conforta.
Si tengo que morir, muero en sus brazos,
que quiero descansar serenamente
Lo tengo escrito en mis manos y mi mente,
y todo lo demás poco me importa.
Volveremos al suelo en que nacimos.
Dejaremos el lugar prestado.
Acompañados por el soplo del viento
seremos solo polvo enajenado.
L.Vilches m.


No hay comentarios:

Publicar un comentario