Ahora me toca a mi caminar despacio
y escuchar a la tierra en cada paso;
porque la tierra me habla, ¡ Ahora la oigo !
Todo me habla si camino con los pies descalzos.
Hablan los montes con la noche
y las fuentes cantan dulces melodías
a los manantiales.
Los arroyos ríen
y se burlan de los viejos marros
que dormitan en la orilla hundidos en el fango.
¡ Qué pena no ser niño, un marro pequeño
para lavar mi cara con el agua clara
de los arroyos !
¡ Si supieran lo que daría
por rodar con ellos hasta llegar al río
y fundirme con la vida en un abrazo !
Pero hoy tengo que apretar las manos
y asir con fuerza lo que tengo.
Atar los cabos que quedaron sueltos
y aflojar los nudos que apreté demasiado.
Cambiar de rumbo; volver la espalda,
estirar el tiempo para alargarlo
y después; caminar y caminar,
caminar despacio con los pies descalzos.
Muy bonito,siento añorzanza, nostalgia, a volver a empezar, a seguir siempre adelante. Muy bonito.Antonio
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