sábado, 18 de diciembre de 2010

Las reflexiones de un niño.

Posiblemente; esto que escribo hoy, para vosotros, amigos, no es una poesía.
Pero para mí que soy solo un aprendiz, las cosas que dice un niño
con una sonrisa triste, unos ojos del color del cielo y un pechito de cristal,
son los versos más hermosos que escribe la vida.
Hace muchos, muchos años, este niño me dijo :

"¡ Papá, dile a mamá que yo quiero mucho a Dios !, Que no se enfade conmigo.
Pero no a ese dios de cartón
del que habla catecismo.
¡ Me aburro tanto en la misa !
A ése yo no lo quiero papá.

Quiero uno que yo conozca
y que también juegue conmigo.
Si no, ¿ Para qué lo quiero ?

Que pase miedo por las noches,
como yo, cuando mamá apaga la luz
y se va sin de darme un beso.
¿No te pasaba a ti eso ?

Que se ría cuando me río yo
y que si lloro se ponga triste.
Si no es así yo no lo quiero.

Ni quiero que sea tan "mandón",
como ése, que echó del Paraíso a Eva y Adàn
por comerse una manzana
.
¿Vosotros no haríais eso conmigo, verdad ?.

Ni que sea tres y uno a la vez ¡ Vaya lío !
Y tuvo que nacer un día,
porque si nunca nació,
no entiendo nada papá.

Yo quiero que sea como yo,
o aunque sea más mayor,
tampoco me importa;
o más alto, o más bueno,
pero casi igual.
Si no es así, yo no lo quiero papá. "

Esta historia que os he contado ya no sé si la inventó mi fantasía o fue un anhelo,
o fue un soñar.

Tampoco sé si las razones
del niño de ojos azules;
el de la sonrisa triste
y el pechito de cristal
fueron estas,
¡ Me falla tanto la memoria con la edad !

Pero en lo más alto del cielo
se han abierto los balcones
donde viven los luceros
porque una gran algarabía
se escucha en el firmamento.

Un nuevo dios ha nacido
como aquel niño quería
y todos los querubines
han salido a recibirle
y le dan la bienvenida.

Pero el niño de mis sueños
ya es muy viejo y nada escucha
¡ El cielo no está tan cerca !

No hay comentarios:

Publicar un comentario