jueves, 15 de octubre de 2015

Anatema.

Cuando el tiempo haya concluído
y no se escuchen latidos en la Tierra...

Cuando se apaguen las estrellas
y todo sea nada y olvido;

las almas de los que han sido
fieles a doctrinas y profetas,
alcanzarán el paraiso prometido.

¡ Pero ay de aquellos transgresores de fronteras !
Los rebeldes, los insumisos;
rastreadores de anhelos y quimeras.

Vagarán por la noche eternamente,
solos, perdidos;
buscando en las tinieblas
esa luz que de a la vida la coherencia.

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