Este poema se lo dedico a Nano; el discapacitado de mi ciudad que murió de viejo siendo un niño
y que nunca hizo daño a nadie.
Todavía extraño tu ausencia, "Nano ",
cuando recorro en la niebla
de la memoria mi barrio.
Ya no te veo en los rellanos,
ni te veo por las calles
subiendo y bajando cuestas
mendigando unas monedas
o pidiendo algún aplauso.
Siempre con el mismo traje,
la misma voz ceremoniosa,
el mismo gesto, la misma mueca
y cantando las mismas cosas
a tu estampa tan querida
de la virgen entre rosas.
Se que te fuiste lejos
y andarás por otros barrios,
por otras calles, por otros mundos lejanos
"a cuestas" con tu estandarte.
Te imagino como siempre;
trajeado, con el mismo gesto, la misma mueca
y esa voz tuya engolada y ceremoniosa,
contando las mismas cosas
de esa virgen pequeñita
que ahora llora tu ausencia;
y harán corro entorno a ti,
también tengo la certeza,
los cóndores, las águilas
y los angelitos buenos
para escuchar tu plegaria.
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